martes, 26 de abril de 2016

1º de mayo. Orgullo y dignidad obrera


La CNT salimos a la calle con orgullo y dignidad. Orgullo y dignidad de clase, el orgullo y la dignidad de la clase trabajadora por nuestra capacidad creadora, por haber construido, con nuestras manos, con nuestras capacidades, todo lo bueno y hermoso que en el mundo puede verse. Orgullo y dignidad de clase por nuestro amor a la libertad y nuestra ética igualitaria, porque no hemos parasitado a nuestros semejantes, no les hemos robado, ni hemos suplantado su voluntad.

El Primero de Mayo es un símbolo de la dureza de los ataques que la clase obrera hemos padecido a lo largo de la historia, pero por encima de todo, lo es de nuestra resistencia y de nuestra lucha. Es símbolo de nuestra capacidad para organizarnos y transformar esta sociedad. Desde la CNT llamamos a reforzar las resistencias contra las políticas neoliberales, a afirmar la necesidad de organizarnos de manera horizontal y a construir herramientas de lucha y un movimiento obrero fuerte, eficaz y contundente en la defensa de nuestros derechos. Un movimiento obrero que integre en la radicalidad de su acción fórmulas positivas y actuales de superación del capitalismo y de construcción de una nueva forma social. Un movimiento obrero solidario, independientemente del lugar de nacimiento de cada persona.

La CNT tenemos a nuestras espaldas una historia de lucha obrera, una historia de dignidad y orgullo, una historia que estamos escribiendo ahora, en el presente. Desde la CNT pretendemos abrir un camino de confrontación con el Capital y el Estado que se dirija firmemente a un cambio social completo, que se dirija a la toma de los medios de producción por parte de la clase obrera, que se dirija a la autogestión amplia, integral, de la sociedad. Una sociedad igualitaria entre hombres y mujeres, una sociedad en la que no quepa la discriminación de ningún tipo.

En nuestro último Congreso, celebrado en diciembre de 2015, la CNT tomábamos acuerdos en este sentido. La CNT acordaba dotarse a si misma de los medios necesarios para encarar la recuperación y colectivización de empresas y el control anarcosindical de la actividad productiva y de la organización del trabajo, lo que supone la decidida voluntad de iniciar procesos revolucionarios que pasen por la toma de los medios de producción y la autogestión integral de la sociedad. Se recuperan para esto las Comisiones de Defensa Económica y el Consejo de Economía Confederal. Es voluntad de la CNT iniciar estos pasos en un sentido realmente transformador. Los fines revolucionarios de la CNT son irrenunciables, la CNT se ha definido siempre como una organización actual y de futuro, y hoy, Primero de Mayo, nos reafirmamos en este camino.

Es el momento de dar el primer paso a partir del que avancemos definitivamente, sin posibilidad de vuelta atrás, para romper con un sistema que no es el nuestro y para construir desde hoy nuestra alternativa, desde la solidaridad, el apoyo mutuo, la autogestión. Salimos este Primero de Mayo como afirmación de que nuestra presencia en la calle y en los tajos tiene una única finalidad, cambiar el mundo desde la base y construirlo sobre la libertad integral de todas las personas, y de que nuestra presencia será permanente, que no decaeremos en nuestra lucha hasta que no consigamos nuestro ideal, la liberación de un sistema asesino, que nos condena a la miseria y a la esclavitud.

Desde el Anarcosindicalismo vamos a comenzar a construir la nueva sociedad. Una nueva sociedad que piense en las necesidades de las personas, una sociedad en la que los privilegios sean sustituidos por la igualdad y la verdadera justicia social, una sociedad en armonía con la naturaleza, una sociedad en la que todos y todas seamos ricos, porque todos y todas tendremos todo lo que necesitamos. Una sociedad digna de la que sentirnos orgullosas y orgullosos.
  

martes, 19 de abril de 2016

Denuncia ante la ONU por la «detención arbitraria» de los titiriteros


Varias organizaciones de derechos humanos inciden en el uso abusivo de la prisión provisional que se hace en España y su extraordinaria duración en comparación con otros países de nuestro entorno.


Varias organizaciones de derechos humanos ha presentado una denuncia ante el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias por la decisión de la Audiencia Nacional de acordar la prisión provisional contra los dos titiriteros acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo y de incitación al odio por su función en los carnavales de Madrid. Las organizaciones entienden que «esta medida restrictiva tan excepcional» no fue tomada en función de riesgos reales, sino que obedeció fundamentalmente a la voluntad personal del juez de castigar a los investigados por sus opiniones.

La denuncia recoge el uso abusivo de la prisión provisional que se hace en España y su extraordinaria duración en comparación con otros países de nuestro entorno: «Se utiliza más como pena anticipada o para evitar una defensa en condiciones de los investigados que como medio extraordinario e imprescindible para conjurar riesgos de reiteración delictiva, ocultación de pruebas o fuga de los investigados».

Los denunciantes también inciden en la regresión en materia de libertad de expresión en España: «Las recientes modificaciones del Código Penal crean nuevos delitos de opinión o agravan los ya existentes, imponiendo la vía más dura del Estado, la penal, para acallar y sancionar a las voces discrepantes con la actuación de los poderes públicos».

Las organizaciones que han firmado la denuncia son: Asociación Pro Derechos Humanos de España, Asociación Libre de Abogadas y Abogados, Amnistía Internacional, Rights International Spain, Asociación de Abogados Europeos Demócratas, Fair Trials Internacional, Irídia y Behatokia.

viernes, 15 de abril de 2016

La huelga que logró que España fuera pionera en Europa en aprobar la jornada laboral de ocho horas


Cuaderno de Historias de Alfred López
13 abril 2016

La mayoría de logros y avances, tanto sociales como laborales, que hoy en día podemos disfrutar se los debemos a generaciones pasadas que lucharon incansables por acabar con las desigualdades y las injusticias. Desde hace un lustro los más jóvenes han vuelto a tomar conciencia política y social tal y como hicieron nuestros antepasados, pero lo triste es que muchos de estos colectivos están reclamando recuperar unos derechos que hace un siglo otros ya habían logrado y que con los años se volvieron a perder.

Pero por otro lado nos encontramos con numerosísimas personas que, gracias a todos aquellos logros conseguidos antaño, hoy en día se han 'instalado' en la sociedad del bienestar y quienes les molesta, e incluso critican con dureza a aquellos colectivos y empresas que van a la huelga, pues les ocasionan 'pequeños perjuicios' (huelgas de transportes públicos, recogida de basura…).

Hoy en día, la mayoría de esas huelgas están destinadas a conseguir mejoras para el colectivo al que representan, pero hubo un tiempo en el que cualquier movimiento social o sindical y las reivindicaciones que éstos realizaban eran hechas pensando en el bien colectivo de la sociedad y los trabajadores.

Fue precisamente una feroz huelga que duró 44 días, y tuvo lugar en Barcelona en el año 1919, a la que gracias a ella se consiguió que en España se aprobara la jornada laboral de ocho horas, siendo el país pionero en toda Europa en aplicar dicha medida.

La jornada laboral de ocho horas se había convertido en una reivindicación que desde hacía varias décadas se llevaba luchado por conseguir. Innumerables huelgas tuvieron lugar en España desde el último cuarto del siglo XIX y principios del XX, pero tras el auge de los movimientos anarcosindicalistas durante los primeros años de 1900 y la irrupción en el panorama internacional del comunismo (sobre todo tras la Revolución Rusa de 1917) hubo un espectacular aumento de los colectivos que se implicaron en la lucha social y obrera.

Una de las prioridades era la mejora salarial y de las condiciones laborales para millones de trabajadores que trabajaban infinidad de horas a cambio de un mísero salario.

Entre las muchas jornadas reivindicativas y huelgas hay una que destacó por ser la que fue determinante para conseguir la reducción de la jornada laboral. Fue iniciada el 5 de febrero de 1919 por los trabajadores de la empresa 'Riegos y fuerzas del Ebro', ubicada en Barcelona y que se dedicaba al suministro e instalación eléctrica. Curiosamente esta empresa era popularmente conocida como 'La Canadiense' (o La Canadenca, en catalán), debido a que su mayor accionista era un banco de Canadá.

Esta huelga se había convocado para solicitar la readmisión de ocho trabajadores que habían sido despedidos tras protestar, a través del sindicato CNT, por la reducción de salario que la empresa había realizado a través de unos cambios en las condiciones de trabajo.

Aquella reivindicación por parte de unos pocos trabajadores de departamento de facturación de La Canadiense fue extendiéndose hacia el resto de compañeros de la empresa, algo que provocó que fueran amenazados por la dirección con un despido masivo.

Como era de esperar, la amenaza enfureció a los miembros sindicales que animaron a todos los trabajadores del sector a sumarse a la huelga, lo que provocó que hubiesen innumerables momentos en el que la Ciudad Condal quedase a oscuras y sin suministro de electricidad.


Cuantas más trabas ponía la patronal más colectivos de trabajadores se iban sumando y en cuestión de tres semanas eran numerosas las empresas que se habían añadido al paro reivindicativo, convirtiéndose poco a poco en una huelga general en prácticamente toda Barcelona, calculándose que se consiguió que, aproximadamente, se les uniera el 75% de los trabajadores barceloneses.

Evidentemente hubo quien no quiso secundar la huelga, lo que provocó algunos altercados entre piquetes y esquiroles, con el fatal resultado de un fallecimiento y múltiples heridos.

El Presidente del Gobierno, Álvaro Figueroa y Torres Mendieta (conde de Romanones), decidió intervenir en el asunto y dar el visto bueno para que el capitán general de Cataluña (Joaquín Milans del Bosch) declarase el 'estado de guerra' y el cierre de sindicatos.

Según iban pasando los días la tensión aumentaba, los trabajadores de otras empresas y colectivos se sumaban a aquella huelga general y la crispación y desesperación se apoderaba tanto de la patronal, el gobierno y los trabajadores.

Tras 44 días de huelga, numerosísimos huelguistas detenidos y unas pérdidas económicas que fueron astronómicas para la época, finalmente se llegó a un acuerdo entre la patronal y los huelguistas. Se readmitió a todos los trabajadores despedidos, se comprometieron a no realizar ningún tipo de represalia hacia los huelguistas y los sindicatos (abriendo de nuevo aquellos que habían sido cerrados), se levantó el estado de guerra y, como broche de oro, el conde de Romanones (al que le costó el cargo la huelga) firmó el conocido como 'Decreto de la jornada de ocho horas' que entraría en vigor a partir del 1 de octubre de 1919 y que ha permanecido inalterable desde entonces.

jueves, 7 de abril de 2016

Los ateos somos gente alegre

TIERRA Y LIBERTAD
(Nº 333, abril 2016)

El pasado fin de semana del 12 y 13 de marzo tuvo lugar la II Convención de Ateos y Librepensadores de Madrid con excelentes conferencias sobre temas que nos interesan a los que creemos en la verdad, en la capacidad humana de raciocinio, en el humanismo, en el pensamiento crítico y en los descubrimientos de la ciencia. Y, por supuesto, en el debate y en la confrontación de ideas.

Se trataron asuntos muy variados, desde el abordaje de la ciencia, de su metodología, de los descubrimientos que nos han permitido a los humanos tener un conocimiento de nuestros orígenes, ajenos a historias descabelladas e inasumibles en los tiempos actuales, hasta temas tan presentes como el enriquecimiento de la Iglesia católica mediante la apropiación de bienes pertenecientes al pueblo soberano y el auge del yihadismo islamista.
Temas como el pensamiento mágico y la superstición, las pseudociencias, y las religiones como expresión de ese pensamiento mágico, fueron expuestos y desarrollados de manera detallada y con proyección desde los orígenes de la humanidad.

El origen del Universo, su evolución hasta los primeros átomos, la formación de protoestrellas, estrellas y galaxias, de nuestro sistema solar, las primeras formas de vida, los distintos procesos geológicos que han transformado la Tierra hasta su estado actual, la llegada de los primeros mamíferos y la aparición posterior de los homínidos y de la inteligencia. Nada fue obra de ningún ser superior, sino de la propia naturaleza.

El derecho de las personas a tener una muerte digna, a no ser sometidas a sufrimientos innecesarios en procesos irreversibles o no deseados, la libertad de elegir nuestro propio fin, nuestra vida no es propiedad de ningún dios, de ningún supuesto ser superior, de algo o alguien que está en la mente de algunos, sino de nosotros mismos. El testamento vital como forma de hacer valer nuestro deseo ante un final sin sufrimiento.

Un análisis del Islam desde su nacimiento, las distintas facciones que lo conforman, su desarrollo histórico, el teísmo como forma de gobierno, hasta conducir a la actual situación con el auge del integrismo islamista y la aparición de los movimientos yihadistas (Al Qaeda, Boko Haram y el Estado Islámico, por citar a los más conocidos y violentos), la mayoría de ellos con una estructura militar de dudosa financiación, que pregonan la lucha armada como forma de persecución de infieles y herejes, y del que Occidente tiene una parte importante de responsabilidad.

La Iglesia aprovecha el inmenso poder que le viene de la historia pasada y de su confirmación por parte de los gobiernos de turnos, y basándose en él y en las prerrogativas que le concede la legislación en vigor aprovecha para registrar a su nombre todo aquello que queda en una especie de limbo impuesto por la costumbre, tales como poner a su nombre aquello que era considerado como patrimonio del pueblo: iglesias, capillas, camposantos, huertos y terrenos anexos, y todo aquello que hay en su interior, joyas, retablos y obras de arte, en su afán acaparador enloquecido y ruin.

Las conferencias, el debate, la participación, forman parte del ansia de saber, de conocer la verdad de nuestra existencia, el origen de la vida, su evolución y el futuro que ésta nos depara, muy lejos de las intenciones de los creyentes a los que la verdad le viene dada, impuesta quizás desde la infancia, sin análisis, sin sentido crítico, sin preguntas. Pero las jornadas se vieron también envueltas en un ambiente festivo y reivindicativo, disfrutamos de la buena música por una Solfónica que canta la esperanza de un mundo mejor, de otros músicos que nos alegran con sus canciones burlescas, irónicas y sarcásticas de la realidad actual, todo esto durante una concentración, exigiendo la separación Iglesia-Estado entre otras reivindicaciones, en la Plaza de Jacinto Benavente.

El sábado noche disfrutamos con la celebración del Día Ateo, en la que nos deleitaron con su buena música Suburbano y entregamos el III Premio Torquemada, al muy merecido cardenal Cañizares del Opus Dei, por su importante aportación a la solidaridad, con el comentario «¿Esta invasión de emigrantes y de refugiados es trigo limpio?».

Y naturalmente la convivencia de gente sana, que procura un mundo mejor y que no tiene cuernos de demonios.

AMAL