lunes, 29 de diciembre de 2014

La huella libertaria sigue bien viva en Barcelona


La reciente Operación Pandora supone el último capítulo de la represión contra el anarquismo, un movimiento con unas raíces muy profundas en Cataluña y cuya influencia va mucho más allá de los colectivos que se definen como tales

MARC FONT

Siete de las once personas detenidas el pasado martes 16 de diciembre en la Operación Pandora siguen en prisión preventiva en el centro penitenciario madrileño de Soto del Real. La operación, una iniciativa de los Mossos d'Esquadra que ejecutaron ellos mismos con la autorización de la Audiencia Nacional, se desarrolló fundamentalmente en Barcelona y golpeó al movimiento libertario. Los encarcelados están acusados de pertenencia a organización terrorista, tenencia de artefactos explosivos y daños y estragos.

A pesar de la sorpresa e indignación que la actuación provocó en parte de la sociedad catalana —miles de personas se manifestaron pidiendo la libertad de los detenidos la misma tarde—, el consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, afirmó el pasado viernes que «de las medidas adoptadas con los detenidos se desprende que la operación está suficientemente fundamentada y demuestra que estaba más que justificado avanzar en este terreno». El mismo 16 de diciembre, los Mossos d'Esquadra emitieron una nota de prensa asegurando que habían actuado contra el «terrorismo anarquista», una expresión que fue reproducida de manera acrítica por la mayoría de los medios de comunicación. Y que supone una criminalización evidente del anarquismo.

En Cataluña hay numerosos colectivos y ateneos libertarios, pero ¿cuál es el peso que tiene hoy el movimiento? Para el historiador Xavier Díez, «la influencia del anarquismo no ha desaparecido nunca del todo. Tiene una presencia constante desde el segundo tercio del siglo XIX». Especialista en la cuestión —ha escrito varios libros sobre el anarquismo—, Díez opina que la influencia del movimiento libertario «va mucho más allá de su nombre y de los movimientos o personas que explícitamente se reivindican como tales». En este sentido, el historiador expone a Público que características propias del anarquismo, como la autoorganización, la autogestión, la autonomía, el rechazo a una autoridad externa o el ejercicio de la democracia directa están hoy arraigados en buena parte de los movimientos sociales del país y en organizaciones tan distintas como la PAH o la independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC).

En una línea similar se expresa X. Oural, miembro del Procés Embat, una iniciativa presentada en octubre que pretende articular un anarquismo organizado como alternativa real a la sociedad capitalista. El activista afirma que las «prácticas libertarias están extendidas y asumidas por los movimientos sociales, pero en cambio no lo está el objetivo de construir una sociedad más libertaria». Xavier Díez formula la distinción entre el «anarquismo explícito, que se reconoce y reivindica como tal, y el anarquismo implícito que, sin reconocerse y hasta desde una determinada prevención, asume gran parte de sus preceptos».

La 'Rosa de Foc'

Durante el primer tercio del siglo XX, el peso y la visibilidad pública del movimiento libertario en Cataluña fue enorme y la ciudad llegó a ser conocida como la Rosa de Foc (rosa de fuego), un término que define una etapa de gran conflictividad política y social en la que la violencia anarquista respondía al pistolerismo y terrorismo patronal. En la Segunda República, el sindicato anarquista CNT sumaba cientos de miles de afiliados, pero después de las casi cuatro décadas de dictadura franquista la situación cambió. Para Xavier Díez, desde entonces el «anarquismo catalán empieza a tomar formas, instituciones y prácticas que lo asimilan a la mayor parte de los anarquismos europeos y se convierte en un movimiento más individualista y centrado en causas más concretas, como el ecologismo, el antimilitarismo o el movimiento okupa».

Díez reconoce la «fragilidad» de las «instituciones anarquistas» actuales, a lo que X. Oural añade que el movimiento libertario suma 30 años «replegado en una cultura de resistencia, cerrado en sí mismo» y considera que «ahora toca dar un paso adelante y pasar a una política más de intervención social». Con todo, el movimiento también toma parte en los principales debates abiertos actualmente en la sociedad catalana y, por ejemplo, más de 1.700 personas participaron el pasado 11 de setiembre en la llamada Vía Libertaria —como respuesta a la independentista Vía Catalana organizada por la ANC—, y la consulta sobre el futuro de Cataluña del pasado 9 de noviembre generó una diversidad de opiniones en los movimientos anarquistas, como reflejó la revista Directa.

Criminalización de una ideología

La represión al movimiento libertario ha sido constante a lo largo de la historia y la Operación Pandora es, de momento, el último capítulo. Para el abogado Benet Salellas, que defiende a dos de los detenidos —uno los cuáles está ahora en Soto del Real—, la operación no responde a una preocupación social. «Eso me lleva a sospechar que la unidad de información [de los Mossos] trabaja con unos objetivos distintos al del mantenimiento de la seguridad», afirma. Salellas también se encargó de la defensa de Núria Pòrtulas, una joven anarquista de Gerona detenida en 2007 que pasó cuatro meses en prisión preventiva bajo la acusación de pertenencia a banda armada, antes de que en 2010 el Tribunal Supremo la absolviera de cualquier delito.

El abogado considera que con la actuación de la policía catalana «se criminaliza una visión ideológica». Con ello, «el derecho penal se expande más allá de sus fronteras naturales porque primero se va a buscar una ideología» para después intentar atribuirle «ataques a personas y bienes». Por su parte, X. Oural, del Procés Embat, opina que «es representativo» que la Pandora se desarrollara en la semana de movilizaciones contra la Ley Mordaza y contra un movimiento «que se pretende marginar y que es un enemigo fácil de construir».

El historiador Xavier Díez añade que en un momento en el que «cada vez más gente cuestiona el capitalismo, operaciones como ésta buscan golpear al anarquismo, un movimiento capaz de crear un relato crítico y alternativo al sistema». Para Salellas, la represión se tiene que ver también como una «manera de tener ocupados a los activistas en apoyar a la gente presa, en lugar de poder dedicarse a construir una alternativa». Díez, por su parte, concluye que los anarquistas juegan en la actualidad un «papel muy similar al que tenían los disidentes en el antiguo bloque comunista y son señalados como peligrosos, a pesar de que sean pocos». Pocos, pero con una influencia mucho mayor de la que se puede creer a primera vista. Y es que los movimientos sociales actúan siguiendo postulados libertarios, a pesar de que algunos ni tan siquiera sean conscientes de ello.

26-12-2014

jueves, 25 de diciembre de 2014

La FAI ante la represión del anarquismo...

 [... y su manipulación mediática]

La FAI (Federación Anarquista Ibérica) manifiesta su rechazo a las recientes detenciones de anarquistas en Cataluña y Madrid, y brinda su apoyo solidario a las personas detenidas y encarceladas, así como a sus familiares y personas allegadas.

El crecimiento organizado del entorno libertario y la protesta social en los últimos años está siendo perseguido sistemáticamente por el Estado, bajo el amparo de leyes represivas que califican de terrorista todo tipo de conductas contrarias al orden establecido. No en vano los arrestos son un aviso para quienes participan en cualquier actividad reivindicativa y son la puerta de entrada a la nueva Ley Mordaza (Ley de Seguridad Ciudadana) que pretende instaurar un estado de excepción encubierto que pare el movimiento social de cambio que ya ha comenzado. Por eso el Estado genera alarma social mediante operaciones policiales y procesos judiciales basados en indicios y acusaciones arbitrarias, que alimentan el falso mito del anarquismo terrorista y promotor de la lucha armada.

Este tipo de operaciones antiterroristas suelen concluir con la absolución o la imposición de condenas menores a las personas represaliadas, en consonancia con la inexistencia de organizaciones armadas y atentados terroristas en el territorio español.

Según apuntan algunos diarios (como Libertad Digital) el auto judicial del juez Gómez Bermúdez refleja la existencia de alguna relación entre las personas detenidas y la FAI, desprendiéndose de estas afirmaciones que tenemos ideas y prácticas violentas, lo cual es absolutamente falso.

Algunos medios de comunicación (como la agencia Europa Press y diversos portales web, afines al Gobierno) intentan intoxicar, confundirnos y relacionarnos con la organización FAI-FRI (Federación Anarquista Informal – Frente Revolucionario Internacional), y los GAC (Grupos de Anarquistas Coordinados) que nada tienen que ver con nosotros.

La práctica de la FAI es visible y pública, de carácter internacionalista y social. Así lo evidencian tanto nuestra adhesión a la IFA (Internacional de Federaciones Anarquistas), como el amplio espectro de actividades que realizamos en la sociedad.

La FAI promueve el desarrollo de la organización anarquista y social, basada en la acción directa, el apoyo mutuo y la autogestión, y sin ningún tipo de injerencia por parte del Estado y del Capital, ya que la FAI lucha por el surgimiento de una sociedad emancipada de este sistema y que favorezca el desarrollo libre e integral de las personas.

Por todo lo expuesto, la FAI denuncia públicamente el encarcelamiento y represión de la militancia anarquista, la protesta social, así como la campaña de manipulación mediática del anarquismo y de esta Federación.


viernes, 19 de diciembre de 2014

Ni Dios

 

Los hombres hicieron a sus dioses semejantes a ellos, dioses crueles y despiadados, criminales violentos y genocidas, enmascarados muchas veces con palabras tan bellas como falsas.

En nombre del amor descabezaban infieles los buenos cristianos, en nombre de Alá el misericordioso los infieles descabezan hoy a los buenos cristianos, en nombre de Jehová masacran los israelíes a sus vecinos de la tierra ocupada y siempre, animando y bendiciendo a las hordas sanguinarias, figuran los sacerdotes de cultos ancestrales profundamente enraizados en sus «culturas» y «civilizaciones». Un mundo sin dioses sería, sin duda, más pacífico y piadoso. Así sería si las milenarias supercherías y las supersticiones más aberrantes no siguieran en la bocas y en los corazones de los primeros mandatarios del mundo, personas a las que se supone capaces de liderar el orbe y guiar a los pueblos en el camino. Si el colérico dios del Sinaí hubiera cumplido su amenaza, tantas veces repetida, de exterminar a sus criaturas y dar por concluido el fallido experimento, la Tierra sería otra y sus pobladores inocentes como animales y no canallas como cristianos, judíos o musulmanes.

La Yihad practica un exterminio selectivo, no es el amor sino el terror lo que se predica en los dos lados de un frente siempre activo. Históricos agravios y venganzas perpetuas, el ojo por el ojo y el diente por el diente, la violencia es ciega y bajo los barnices más sofisticados afloran los instintos más primitivos y salvajes. Libre sea cada uno de creer en su dios siempre que no trate de imponer sus creencias al prójimo en nombre de una religión cualquiera. Las religiones comercian con lo más sagrado y ofrecen paraísos post-mortem, ofertas que no se pueden comprobar y que los crédulos no pueden rechazar porque en su soberbia creen que merecen algo mejor que la muerte y ansían la inmortalidad. En nombre de la Humanidad habría que acabar con todos esos dioses para salvar a los hombres, pero los ateos son, somos, estigmatizados y perseguidos. La diosa Razón se bate en retirada en todos los frentes y las viejas e inicuas deidades siguen en pie, y una amplia mayoría prefiere seguir caminando de rodillas.

jueves, 18 de diciembre de 2014

CNT contra la Operación Pandora


Una vez más el sistema pone en marcha sus mecanismos de represión y manipulación mediática. Las élites económicas y políticas de esta España nuestra tienen una arraigada tradición casi obsesiva de intentar asustar a la sociedad con el «peligro anarquista». Para ello, siempre se han valido de mentiras, engaños, montajes y falsas etiquetas. Se están empleando a fondo para convertirnos en el «enemigo público número uno», ese que amenaza la paz social. Aunque realmente somos una amenaza porque cuestionamos sus privilegios y beneficios como clase social dominante y pretendemos erradicarlos por una cuestión de justicia social.

Sin duda, esto es un delito para ellos, y es la verdadera razón para criminalizar, reprimir e intentar aislar las ideas y valores del anarquismo.

Terrorismo organizado e institucional es la Ley Mordaza, la reforma laboral, el paro, los desahucios, la desmantelación y privatización de la sanidad, la educación y servicios públicos en general. Un nuevo intento de justificar la violación de libertades con su recién aprobada ley de seguridad ciudadana y de que miremos hacia otro lado mientras se produce el desfile de políticos corruptos camino a los juzgados.

La criminalización de los movimientos sociales empieza a tener escasa repercusión en una sociedad cansada de la manipulación mediática al servicio de gobiernos e intereses económicos, y empieza a identificar a los verdaderos culpables de la situación.

Basta ya de manipulación mediática.

No a la criminalización de los Movimientos Sociales.

No a la Ley Mordaza.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Solidaridad con los detenidos de la Operación Pandora


En relación a las recientes detenciones de compañerxs anarquistas, desde Espacio Libertario declaramos:

En las últimas horas, de acuerdo a las órdenes de la Audiencia Nacional, varixs compañerxs anarquistas han sido detenidxs. Frente a la sarta de mentiras con que se suelen justificar estas agresiones, nos parece especialmente importante que se conozcan los motivos de fondo que han llevado a la ejecución de estas órdenes.

Independientemente de los hechos de que se acuse a los detenidos en este caso particular, sobre los que no nos vamos a pronunciar en ningún momento, entendemos que se trata de un paso más en la amplia operación represiva que se está llevando a cabo desde instancias gubernamentales. Son ya muchas las personas que se han visto afectadas por estos ataques a la libertad y la dignidad de todas, por unos motivos o por otros. Muchas veces por pura conveniencia política. De hecho no es difícil que tu vecino, tu amiga, tu hermana o tu hijo se hayan visto afectados.

No nos cabe duda de que el Estado está recurriendo a una estrategia del miedo y la división para evitar que cuaje un proceso colectivo que pueda llegar a amenazar los privilegios de quienes se benefician de la desgracia de todas. El malestar crece cada día conforme se conocen más casos de corrupción o empeora la situación laboral y económica de las trabajadoras, mientras los más ricos aumentan el consumo de artículos de lujo y los bancos arrojan beneficios millonarios a costa de las familias desahuciadas. Ante esta situación cada vez somos más las desfavorecidas que decidimos trabajar desde la base, de manera asamblearia, horizontal y autogestionada para defender nuestra libertad y dignidad.

Desde el Estado se quiere frenar este proceso colectivo, dividiéndolo. Realizando detenciones entre las personas más comprometidas se busca separarlas y aislarlas del resto, criminalizándolas, como si no compartiesen los mismos problemas y objetivos que las demás. A su vez los arrestos son una amenaza nada velada a quienes participan en cualquier actividad reivindicativa, sea del tipo que sea. No en vano la nueva Ley Mordaza (o de Seguridad Ciudadana) pretende instaurar un estado de excepción encubierto que pare el movimiento de cambio que ya ha comenzado.

Precisamente por ello, en este momento, queremos decir que no vamos a dejar que la represión nos pare. Podríamos afirmar que no tenemos miedo, y sería seguramente mentira. Pero tenemos claro que mientras no se caiga en la estrategia estatal de la división y la parálisis, serán ellos quienes sientan un temor cotidiano a que se les escape la situación de la manos y, esta vez sí, las cosas empiecen a cambiar. El primer paso en este camino es no caer en el juego canalla de la división, la criminalización y la amenaza que tan bien sabe jugar el Estado, en tándem con los medios de comunicación mayoritarios.

Las detenciones no nos sorprenden. Como sujetos dispuestos a exigir libertad y dignidad para todas, lo mínimo que podemos esperar son los ataques del Estado y los guardianes de los privilegiados. Pero ante estas agresiones lo único que podemos decir es que seguiremos adelante, con tu apoyo. Esperamos sinceramente que esta lucha sea también la tuya pronto, de modo que entre todas construyamos ese nuevo mundo que cada día se hace más urgente, unidas y sin miedo.

¡Solidaridad con lxs detenidxs, libertad para todxs lxs presxs polítcxs!

Madrid, 16 de diciembre de 2014

 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Ouróboros: La espiral de la pobreza

 

Desde febrero de este año, el Grupo Anarquista Albatros se ha embarcado en un proyecto audiovisual que está a punto de ver la luz. Se trata de un documental sobre la solidaridad en contraposición a las formas de caridad de la Iglesia que, también y cada vez más, hace suyas el Estado. Ofrecemos a nuestros lectores una entrevista con miembros del grupo.

Diciembre 2014

¿De dónde viene la idea de impulsar una película sobre este tema?

Pues nos animamos a intentarlo a raíz de la investigación que un miembro de nuestro grupo, Julio, había hecho sobre este tema. Vimos que la participación de quienes han estado o están en proyectos de solidaridad de base y sus experiencias topándose contra las instituciones de beneficencia de toda la vida ligadas a la Iglesia católica podían ser un buen complemento a la crítica que ya se estaba haciendo en forma de conferencias.

¿De dónde viene y qué significa «Ouróboros»?

Hubo algunas reticencias a poner esta palabra por ser poco común, pero finalmente nos decidimos porque encierra una alegoría que refleja perfectamente el mecanismo de la caridad. Es una palabra de origen griego que hace referencia a un sistema cerrado, infinito, del que no se puede salir (entre otras acepciones). Estamos acostumbrados a verlo representado por una serpiente comiéndose la cola y seguro que muchos se acuerdan del «Auryn» de aquella obra genial de Michael Ende titulada La historia interminable. Con ello queremos simbolizar la realidad perversa, donde quienes son los responsables de la miseria de una parte importante de la población (cada vez mayor) con sus políticas desde los distintos gobiernos, con la explotación indiscriminada de los trabajadores desde la patronal, o con la mentira defensora del orden vigente desde los púlpitos, se colocan a continuación en la primera línea de la «preocupación por la pobreza» e impulsan donativos respondiendo a un deber cristiano, que es mucho menos molesto que la ética, que cuestionaría el origen de su riqueza. Hay quien lo ha apuntado certeramente al decir que es contra la riqueza contra lo que hay que luchar, no contra la pobreza, porque una es el origen de la otra.

¿Con quién habéis contado para la realización del documental?

En la parte técnica hemos contado con gente de un nivel profesional al que no estamos acostumbrados, si somos sinceros, y se va a notar en el acabado final. Pero además de las cámaras y el sonido ha sido realmente emotivo poder contar con compañeras en las tareas de transcripción, traducción, subtitulado y otras, que se ofrecieron desde el primer minuto y sin cuyo esfuerzo militante no lo hubiésemos terminado ni en el tiempo ni con la calidad que lo vamos a poder disfrutar.

Por otro lado, para dar voz a la historia, hemos creído conveniente entrevistar a personas como Gonzalo Puente Ojea, ex embajador en la Santa Sede y autor de muchos libros desmontando el cristianismo que hemos heredado y en defensa del ateísmo, y Ana Lima, presidenta del Consejo General del Trabajo Social, desde donde se denunció el programa «Entre Todos» en el primer minuto de emitirlo en la televisión pública. Desde el plano de la lucha organizada asambleariamente incorporando prácticas de intervención social participan dos portavoces del colegio cordobés ocupado Rey Heredia, un miembro del Campamento Dignidad de Mérida, que nos cuenta su choque con la Fundación Banco de Alimentos de Badajoz, un miembro de la asamblea del 15-M del barrio madrileño de Tetuán donde montaron un Banco de Alimentos propio que fue cerrado por la policía por la intervención de la FESBAL (Federación Española de Bancos de Alimentos) y dos personas de la OFIAM (Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras, también barrio de Madrid). A todos y todas ellas y a otros que no mencionamos no nos cansaremos de agradecer lo fácil que nos han puesto las cosas. También utilizamos una entrevista en radio a nuestro compañero Julio Reyero para aportar datos de su investigación sobre las instituciones de caridad más relevantes a las experiencias que cuentan el resto de compañeros.

¿Cómo habéis financiado la película?

Pues como no podía ser de otra forma con la colaboración de quienes nos rodean en primer lugar. Las fundaciones Anselmo Lorenzo y Aurora Intermitente han participado generosamente, así como varios compañeros de nuestro grupo y de los demás grupos de la Federación Anarquista Ibérica. También nos ha echado una mano AMAL (Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores), así como sindicatos de la CNT como Aranda de Duero, Málaga, Salamanca, Toledo y muchas otras personas que se sintieron interesadas por el tema a raíz de los artículos y las charlas que se han dado al respecto. Aprovechamos estas líneas para mandar un saludo cariñoso a todos ellos, y a todas aquellas personas que siguen colaborando o piensan hacerlo al leer esta entrevista, a las que invitamos a ponerse en contacto con el grupo.

Ha sido un desembolso considerable si hablamos en bruto y teniendo en cuenta a lo que estamos acostumbrados, pero en relación al resultado se ha abaratado muchísimo por la colaboración de toda la gente participante que ha creído que merecía la pena que este proyecto saliese adelante. Desde luego no podemos esperar que algo así salga de las instituciones del régimen porque es un hachazo a la raíz ideológica del sistema.

¿Cuándo y dónde pensáis estrenar la película?

Pues si todo va como esperamos estaría todo dispuesto para finales de enero y pretendemos hacer una presentación llamativa en una sala de cine con bastante aforo. Todavía no lo tenemos atado, pero es probable que sea en el Cine Doré de la Filmoteca Española o si no es posible buscaríamos una sala similar. Creemos que el tamaño es adecuado porque tendrá bastante repercusión, o al menos eso esperamos, tanto por la diversidad de la gente que ha colaborado como por la temática. Que sepamos no hay otros trabajos parecidos en torno a este tema, e incluso medios considerados de izquierdas tienen como referencia de lucha contra la pobreza el modelo de Cáritas y sus informes.

Posteriormente lo pondremos a disposición pública y gratuita en Internet, y para que pueda verse en zonas de habla no hispana lo estamos traduciendo y subtitulando al inglés, francés, alemán, probablemente italiano y esperanto, como no podía ser menos. Si pasado enero alguien tuviese dificultades en encontrarlo puede ponerse en contacto con nosotros y le facilitamos la forma de conseguirlo.

Para finalizar, diremos que esperamos que sea interesante para la mayoría de espectadores, que tenga muchos y que resulte útil en el combate en el que estamos por darle la vuelta a la tortilla en un mundo en el que se envían seis furgones policiales a desahuciar de su casa a una anciana de 85 años en Vallecas al mismo tiempo que se protege a dirigentes políticos que han robado en dinero público casi la misma cantidad que le reclaman a esta señora (véase el caso de Beltrán Rodríguez, no es un ejemplo inventado). Va a tener razón la Iglesia sobre que es una crisis de valores, pero no los que ellos creen.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Patria y humanidad



Por ÉLISÉE RECLUS

La cuestión —si el patriotismo es incompatible con el amor a la humanidad— no puede tratarse sin una definición preliminar.

¿Qué es el «patriotismo» tomado en el sentido verdaderamente popular, subentendido en toda fraseología? Es el amor exclusivo a la patria, sentimiento que se complica con un odio correspondiente contra las patrias extranjeras. ¿Y qué es la patria? Un territorio grande o pequeño, netamente delimitado por fronteras de origen diverso, obstáculos naturales, barreras artificiales o simples líneas trazadas según la voluntad de alguno, antes sobre el papel, después trasladadas al terreno.

Partiendo de estas definiciones que ciertamente responden a la idea general de los pueblos interesados, tal cual es por lo demás sancionada triplemente por la diplomacia, por el régimen militar y por el sistema fiscal, se debe reconocer que la patria y su derivado, el patriotismo, son una deplorable supervivencia, el producto de un egoísmo agresivo que no puede conducir más que a la ruina de las mejores obras humanas y al exterminio de los hombres.

Pero el pueblo es sencillo, y bajo esa palabra «patria» se le han dado a entender mil cosas dulces y bellas que no implican en manera alguna la división de la tierra en parcelas enemigas.

El suave perfume de la tierra natal, las figuras sonrientes de los viejos que nos aman, los recuerdos queridos de estudio y de investigaciones con compañeros atrevidos, las obras emprendidas en común en la juventud y sobre todo la fábula que resonó primero en nuestro oído, y en la que hemos escuchado las palabras que han decidido nuestra vida, todo esto es herencia natural de todo hombre en cualquier parte del mundo en que esté situada su cuna, todo esto es anterior a la idea de una patria limitada, y es puro sofisma querer coligar estos sentimientos con la existencia de un polígono efímero cortado sobre la redondez de nuestra planeta.

Hay al contrario completa oposición entre estas primeras impresiones que nos ligan a la tierra y a la sociedad humana y todas las líneas de división que impiden la libre formación de los grupos humanos y que intentan limitar lo que por la naturaleza de las cosas es indisciplinable, la simpatía de los hombres entre sí, su espíritu de mutua benevolencia y de solidaridad.

Históricamente, la patria fue siempre mala y funesta. Fue siempre un dominio, reivindicado como propiedad exclusiva por un amo absoluto, o bien por una banda de amos organizados en jerarquía, o, como en nuestros días, por un sindicato de clases privilegiadas y dirigentes. Siempre, por mucho que nos remontemos en el pasado, hallamos que los ciudadanos pacíficos han debido, en nombre de una patria de fronteras siempre diversas, trabajar, pagar y combatir, siempre oprimidos por los parásitos, reyes, señores, guerreros, magistrados, diplomáticos y millonarios. Y fueron esos parásitos en lucha con otras bandas de haraganes los que han marcado las barreras de separación entre pueblos vecinos, hermanos a causa de los intereses comunes. Para defender o ensanchar esos límites absurdos se han sucedido las guerras a las guerras: era preciso que los mojones limítrofes fuesen plantados entre cadáveres, como en un tiempo las puertas de las ciudades.

En nuestros días, las fronteras son más funestas que nunca, aun cuando son más a menudo atravesadas, porque son conservadas más metódica, más científicamente que en el pasado con fortificaciones, puestos de aduana, guardias móviles. Si el comercio consigue penetrar bajo el impulso de necesidades vitales, ocurre sólo después de largas explicaciones entre los Estados y la construcción de grandes obras militares. La zona de separación es tabulada en toda su longitud; y con maquinaciones incesantes, con la ayuda de verdaderos crímenes, se suscitan odios tremendos a ambos lados de la frontera ficticia, trazada a lo largo de algún arroyo entre los bosques y los prados.

Y casi diré que hay de escandaloso este hecho, que en el siglo de las locomotoras y de los motociclos de toda especie no hay más que una línea ferroviaria entre Francia y España, y ni siquiera una carretera viable a través de los Pirineos. A pesar de la geografía, no se quiere que las dos naciones sean vecinas, no se quiere que, cesando de ser patrias diversas, se conviertan en un solo país de una misma familia unida.

El vasto mundo nos pertenece y nosotros pertenecemos al mundo. Abajo todas las fronteras, símbolos de dominación y de odio. Tenemos prisa por poder abrazar al fin a todos los hombres y llamarnos sus hermanos

(Nº 317, DICIEMBRE 2014)

jueves, 11 de diciembre de 2014

La limosna, esa manzana envenenada

(Diciembre de 2013)

Acostumbrados como estamos a la propaganda, más aún en fechas próximas a las celebraciones navideñas, puede parecer difícil explicar qué es la «caridad» y por qué juega un papel importante en el mantenimiento de un orden social como el que sufrimos. La imagen de Teresa de Calcuta acogiendo «intocables» moribundos o la de comedores de la Iglesia en los que vemos crecer las colas todos los días chocan frontalmente con la imagen de Emilio Botín disfrutando de la Fórmula 1 o los resultados bursátiles de las grandes empresas sobre el parquet del Paseo del Prado. El aparente juego malabar de establecer una relación entre las dos cosas se convierte, a poco que se preste atención, en algo más parecido a los eslabones de una gran cadena firmemente soldada.

Empecemos por el principio, ¿qué es la caridad? La caridad es un precepto religioso que sólo puede ejercerse en una sociedad dividida en clases sociales. En su propia definición lleva implícita una desigualdad social asumida, pues obliga al creyente a entregar sus bienes a quienes carecen de lo que a él le sobra. Todas las religiones, como buenos somníferos que contribuyen a la paz social, incluyen este mandato entre las órdenes de su dios. En el Cristianismo es una de las tres virtudes teologales junto a la Esperanza (un pecado en la Grecia Clásica) y la Fe. En el Islam toma el nombre de Zakat y en el judaísmo el de Tzezaka, que establece ocho niveles distintos de «calidad» de la misma a la hora de cumplir con Dios. Dependerá de la mayor o menor voluntad de quien entrega la caridad así como del anonimato o conocimiento de los implicados en el proceso. En el caso del budismo se llega hasta a exigir que se entregue incluso lo necesario para uno mismo.

Esta aparente forma de redistribución de la riqueza exige unas posiciones y tiene unas consecuencias para los participantes que es necesario tener en cuenta para valorar en su justa medida lo que la limosna lleva implícito, incluso si, haciendo un esfuerzo, no queremos dudar de sus intenciones.

A pesar de todos los discursos sobre el desinterés de esta práctica, no puede haber tal desinterés cuando se está actuando por mandato directo de dios y la desobediencia, según cualquier precepto religioso, se castiga eternamente. En ocasiones, donde no se mantiene una creencia, juegan un papel importante los sentimientos de satisfacción personal o directamente la rentabilidad publicitaria cuando la acción caritativa es de una envergadura considerable. Evidentemente, son quienes se ven en posesión de la riqueza concentrada aquellos cuya situación permite donaciones verdaderamente efectivas y sobretodo visibles.

Pero quizá la principal razón por la que la élite social impulsa la caridad es porque el sistema socioeconómico no va a ser puesto en tela de juicio. Demos de comer al pobre, pero que nadie pregunte por qué no puede hacerlo por sí mismo, parece ser la máxima.

Aquél que recibe esta acción caritativa tampoco está autorizado a hacerse preguntas. Su papel queda relegado al de un mero instrumento de la voluntad divina y objeto para que otro desarrolle la caridad en los términos que acabamos de explicar. La consecuencia para quienes se ven obligados por las circunstancias a sobrevivir de la dádiva es que como mínimo deberá asumir el rol pasivo que se le adjudica y someterse al modelo social que le ha llevado a esa miseria, culpabilizándose con frecuencia a sí mismo de su suerte. La destrucción de la personalidad que esto supone es incalculable, y esta desactivación de la contestación social que podrían suponer los «pobres» es para las élites uno de los valores más importantes de la caridad.

Sabiendo que la mayor parte de las organizaciones dedicadas a la caridad (y por supuesto las más importantes) pertenecen a la Iglesia Católica, no se puede desdeñar tampoco el adoctrinamiento religioso que la caridad supone debido a la natural gratitud desarrollada por quienes reciben aquello que necesitan. Esto no viene sino a reforzar la resignación a las condiciones de vida impuestas por cuanto quien espera algo en la prometida «otra vida» adormece la voluntad de conseguirlo en ésta.

Pero, ¿esa es la voluntad de la Iglesia? ¿Cuál ha sido su actitud histórica ante las propuestas de acabar con el sistema social que produce una legión de pobres? Todo el empeño de esta institución ha sido defenderlo con uñas y dientes por todos los medios a su alcance. Esto es lo que se deduce de un vistazo a las encíclicas elaboradas por el papado en la segunda mitad del siglo XIX. «Quanta Cura», elaborada en 1864 por Pío IX, está repleta de condenas entre las que destacan la dirigida contra la libertad de expresión y contra la libertad de culto. Bajo la idea de que estas libertades no son más que la libertad de «perdición», y una vez establecida que la única fuente de verdad es la religión católica, se ahoga toda voz que cuestione el poder.

De igual forma, León XIII dicta la «Rerum Novarum» en 1891, acusando al socialismo (generalizando a todas sus corrientes, entre ellas el anarquismo) de empeorar la condición de los trabajadores. Asimismo defiende sin rubor la propiedad privada «con derecho estable y perpetuo». «Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes y de la propiedad privada», llega a decir. Si esta es la posición de la institución religiosa más grande del mundo que impulsa de manera activa la práctica de la caridad, queda claro que ésta última no viene a romper el yugo que establece esa misma propiedad privada que defienden férreamente. Oscar Wilde apreció la hipocresía de este comportamiento: «Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto» (El alma del hombre bajo el socialismo, 1898).

Pero en el caso de las religiones lo inmoral se relativiza a medida que se asciende en la escala social, y la justicia no es un valor a aplicar en este mundo. Atendiendo al comportamiento de dos de las instituciones caritativas más importantes, y de una de las ONGs más carismáticas relacionadas con la Iglesia, nos podremos hacer una idea de lo expuesto anteriormente.


Cáritas

Cáritas es una organización internacional que trabaja en cerca de 200 países con 162 sucursales. Una de ellas es la que desarrolla su actividad en España, con 6.000 organismos en parroquias y 68 en obispados. A pesar de su vinculación estatutaria a la Iglesia Católica, sólo un 2% de su financiación proviene de ella. Alrededor de un 40% del dinero procede de subvenciones públicas y el resto de empresas y donantes privados.

Uno de sus principales mecenas ha sido Amancio Ortega, dueño de Inditex, que entregó a la organización 20 millones de euros en octubre de 2012, la mayor donación realizada a una ONG. Este acto de caridad ocupó primeras páginas de todos los diarios nacionales, así como minutos de oro en los informativos de radio y televisión, una publicidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Lo que no ocupó el tiempo noticiable fueron las inspecciones que el gobierno brasileño llevó a cabo en fábricas que suministran el 90% de la ropa a Inditex. Allí se liberaron a 15 personas en lo que se calificó de «semiesclavitud» y se levantó acta de la presencia de niños. De igual modo Inditex ha tenido que hacer frente a numerosas denuncias por condiciones de trabajo similares en Argentina.

En el mismo grupo de grandes personalidades «filantrópicas» podríamos incluir a Joan Roig, dueño de la cadena de supermercados Mercadona, que suministró 42.000 kilos de comida a través de un convenio firmado con Cáritas. Al mismo tiempo, el señor Roig impulsaba en los medios con comentarios grotescos la reforma laboral que Fátima Báñez llevó al Congreso para su aprobación en 2012. Para Roig, nuestro «derroche» ha sido una de las causas de lo que han llamado «crisis económica», insta a «desincentivarnos» de usar la Sanidad, la Educación y la Justicia como se ha hecho con las bolsas de plástico, y hay que alabar el esfuerzo laboral de los bazares chinos como ejemplo que deberíamos seguir, además de teorizar sobre la necesidad de rebajar las condiciones de vida de los trabajadores (aún más, se entiende) si no queremos «esforzarnos más». A pesar de aparecer constantemente como empresa modelo del sector, no sólo por la obtención en 2012 de unos beneficios de 508 millones de euros, sino por su compromiso ético, Mercadona es una de las empresas más condenadas por acoso laboral a las mujeres, obstaculizando las bajas por maternidad e incapacidad y acumulando decenas de sentencias por abuso. Evidentemente no le ha venido mal una campaña de imagen.

El ex-ministro de Asuntos Exteriores de Aznar, Abel Matutes, con una larga trayectoria política enraizada en el franquismo y un imperio de hoteles y compañías de transporte, da nombre a la fundación que dirige su familia, que entregó 60.000 euros a Cáritas y otras organizaciones. También obtuvo pingües beneficios de una parcela comprada justo el día anterior de su expropiación por el Consejo Insular, que indemnizó generosamente. En sintonía con este tipo de movimientos sospechosos ha estado la actividad de una de sus hijas, Stella Matutes, imputada por tráfico de influencias como consejera de Vías y Obras, al recalificar terrenos donde las empresas familiares proyectaban edificar. Su actividad destructiva del patrimonio ecológico de Ibiza con la construcción de hoteles de su grupo y el impulso de autopistas ha sido una constante como método de amasar una fortuna y posteriormente ejercer la caridad.

La colaboración de la clase política madrileña con Cáritas, a través de Ignacio González, se escenificó en la entrega de mil viviendas del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid). Que el organismo dedicado a facilitar el acceso a la vivienda haga dejación de funciones en manos de una organización de caridad es el ejemplo más claro de la idea de justicia social que tienen. Siendo conscientes de que ningún organismo público ni responsable político alguno ha cumplido nunca con la obligación de que nadie esté en la calle habiendo viviendas vacías, la «clave de bóveda» de la maniobra es que al IVIMA se le pueden exigir responsabilidades por ello, pero a Cáritas no. Por si el asunto no era suficientemente vergonzoso, antes de la entrega desalojaron a gente de algunas de las viviendas que Cáritas afirma tener la intención de alquilar (a unos 200€)… ¡a familias desahuciadas!

En el plano internacional Cáritas ha sido puesta en tela de juicio en más de una ocasión. Los machetes enviados por la organización a Ruanda, utilizados en el genocidio de 1994, y la colaboración con los asesinos de Madeleine Raffin, responsable de Cáritas en la región de los Grandes Lagos, han sido algunas de las acusaciones que detalla Jean-Paul Gouteux en su libro Apología de la blasfemia. En la recta final de las guerras que trocearon Yugoslavia a finales de los años 90, los camiones de Cáritas Internacional fueron utilizados para transportar armas desde el puerto de Ancona hasta el norte de Albania como publicó en su día el Corriere de la Sera.

En marzo de 2013 ha renovado por cuatro años más la presidencia de Cáritas española Rafael del Río Sendino, el que fue Director General de la Policía entre enero del 83 y noviembre del 86 y Director de Seguridad de Iberia posteriormente. En el cuerpo desde 1962, fue ascendido por José Barrionuevo, y estuvo en el ojo del huracán durante la investigación sobre los GAL, siendo interrogado por las circunstancias que rodearon el asesinato de Santiago Brouard, y llegando a un punto en que la acusación popular pidió su encarcelamiento por encubrir el terrorismo de Estado. Sus faltas de memoria fueron también noticia durante la investigación de la desaparición de Santiago Corella, el «Nani». Desde luego, teniendo en cuenta quién dirige la institución poco puede sorprender quién colabora con ella.

Intermón & Oxfam

En este caso, bajo una apariencia totalmente laica y una actividad de proyectos de cooperación, «comercio justo» y denuncia social, se encubre el control más o menos directo de la Compañía de Jesús (su nombre original fue «Secretariado de Misiones y Propaganda de la Compañía de Jesús») y la colaboración en el «Consejo Asesor» de algunos de los principales responsables de la situación social que sufrimos.

El nombre de Antonio Gutiérrez, ex-secretario general de CCOO, ex-diputado del PSOE y ex-asesor de la Fundación Caja Madrid, será conocido por muchos, aunque es probable que no tantos se acuerden de que fue el responsable en el año 97 de un acuerdo con el primer gobierno de Aznar por el que se redujo la indemnización por despido, por poner un solo ejemplo.

Ramón Forn sin embargo es un nombre que no sonará a nadie. Este asesor de Intermón, relacionado con ESADE, es socio-director de McKinsey Spain, consultoría que lo mismo hace informes para Iberia relacionando salarios y productividad que justifiquen los últimos ataques de la compañía contra los trabajadores, que analiza sistemas sanitarios, como hizo en 2001, para acabar concluyendo (¡cómo no!) que era necesaria la introducción del sector privado en el sistema sanitario público. Mckinsey también recomendaba «complementar» las coberturas con seguros privados.

Pero los casos de Inocencio Arias y de Rafael Arias Salgado formando parte del consejo asesor de Intermón son especialmente sangrantes. Inocencio Arias fue Director General del Real Madrid y durante su estancia en la entidad deportiva los neonazis de Ultrasur se paseaban con total libertad por las instalaciones compadreando incluso con la directiva, que les compraba la lotería de navidad, a pesar de las decenas de sentencias acumuladas por agresiones y tenencia ilícita de armas. Pero si por algo se le recuerda es por ejercer de embajador en la ONU del gobierno cuando Aznar envió tropas a Irak, aventura neocolonial que ha defendido siempre como «legal y legítima».

Rafael Arias Salgado, además de ser hijo de un ministro franquista y de presidir PROSEGUR entre el año 83 y 85, fue el ministro de Fomento que en abril del 98 desarrolló la famosa Ley del Suelo, con las consecuencias sobre los precios de la vivienda conocidas por todos. Hoy preside Carrefour España (razón por la que no es extraño encontrar los productos de Intermón en sus estantes) y World Duty Free Group, empresa que se ha hecho con la concesión de las tiendas «Duty Free» de 11 aeropuertos españoles, entre ellos Barajas. Esta gestión le pertenecía a la empresa pública ALDEASA hasta que su colega Rodrigo Rato la privatizó cuando ambos eran ministros.

Con este «material humano» no es extraño que el «comercio justo» que patrocina haya caído rápidamente en manos de multinacionales como Carrefour, o que hayan suscrito convenios con Sol Meliá, propiedad de la familia Escarrer (una de las 10 fortunas más grandes de España), que construye en México en zonas de alto valor ecológico, enajena el agua potable en Costa Rica para regar campos de golf como el del Resort Paradisus en Playa Conchal, devasta bosques de manglar y presiona a los gobiernos para que deroguen las leyes de protección de estos ecosistemas, por no hablar de la explotación semiesclavista de sus trabajadores.

Creo que se puede convenir sin esfuerzo que si esta gente es la que asesora a la ONG es imposible que su acción vaya encaminada a nada que se parezca a la justicia ni a la igualdad, siendo responsables de la brecha social abierta en sentido opuesto a esos términos.


Fundación Española de Banco de Alimentos (FESBAL)

Pero sin duda la institución caritativa más mediática últimamente es la FESBAL. A esto ayudó el premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2012 votado por un jurado en el que se encontraban Rodrigo Rato y Alicia Koplowitz entre otros. Como vemos, la presencia de estos sujetos en el impulso caritativo es constante, y una muestra más es el nombramiento de la señora Ana Botella como presidenta honorífica del Banco de Alimentos de Madrid. Aprovechando su nombramiento impulsó la inversión de su patrimonio en la SICAV Gescartera en el año 2001.

La FESBAL tiene una vinculación con el Opus Dei estrecha. El desarrollo de la organización fue gracias al impulso de un empresario barcelonés y del sacerdote de la Obra José María Sanabria, como así lo relata su actual presidente, José Antonio Busto Villa en una entrevista a la web de Torreciudad publicada en la página oficial del Opus. Otro de los indicios de esta relación lo tenemos en que el anterior y el actual presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Mariano Posadas y José María Zárate, son socios supernumerarios.

Conviene saber que la FESBAL no reparte comida directamente a los pobres, algo que con frecuencia se soslaya. En la memoria del Banco de Alimentos de Madrid de 2011 podemos comprobar que son parroquias, conventos y monasterios en más de un 90%. Pero dentro de los pocos centros que no son religiosos podemos sorprendernos al encontrar a dos instituciones antiabortistas, la Fundación Vida y Provida-Alcalá. Tampoco se explica por qué reparten alimentos en el Seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal o en los colegios que los Legionarios de Cristo poseen en El Plantío (Mahadahonda) y en La Moraleja, de mujeres y hombres respectivamente. Lo que sí vemos es que han recibido para ello 40.000 euros de la Comunidad de Madrid, 24.687 del Ayuntamiento de Madrid y 3.100 del consistorio alcalaíno. En el verano de 2012 ya fue un escándalo el hecho de conocerse que en una residencia femenina de Granada regentada por las monjas franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo estuviesen dando alimentos procedentes de la FESBAL a las niñas a las que cobraban más de 600 euros por alojamiento y manutención.

En definitiva, queda claro que las instituciones religiosas siempre serán firmes defensoras de la autoridad, y por tanto del orden establecido. En ocasiones algunas organizaciones están encubriendo su vinculación a la Iglesia eludiendo así su responsabilidad en la actitud de aquella. La caridad, como hemos visto, está impulsada por quienes sostienen el statu quo, ya que no cuestiona el origen de la pobreza y contribuye a la paz social. Las necesidades básicas para no caer en la exclusión no podemos dejarlas en manos de la misma gente que provoca esa miseria y debemos reinventar mecanismos de solidaridad que atendiendo estas necesidades continúen generando o recuperando conciencia de clase y espíritu de lucha.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El Opus Dei y los bancos de alimentos

5 diciembre 2014

¿Qué tienen en común los bancos de alimentos de España y la Obra creada por San José María? Porqué los supernumerarios del Opus están metidos de lleno en la dirección de las macrocampañas de recogida de alimentos que movilizan a miles de voluntarios y entidades y que se justifican apelando a la solidaridad —antes le llamábamos caridad y beneficencia— para hacer frente a los estragos de la crisis? ¿Por qué lo hacen y qué ganan con ello?

Los cuatro Bancos de Alimentos de Cataluña han recogido una cifra récord, 4,7 millones de toneladas de productos alimentarios básicos —un millón más que el año pasado— en la sexta edición de El Gran Recapte. En esta ocasión se han movilizado 22.000 voluntarios en torno a 2.070 puntos de recogida en mercados y supermercados repartidos en 371 municipios. En el conjunto español, esta gran manifestación de la caridad la convoca la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que tiene —como puede leerse en la web habilitada para la campaña www.granrecogidadealimentos.org— luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntarios y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes supermercados, medios de comunicación o empresas de seguros privados.

Según la entidad Filantropófagos (el negocio de la pobreza), los Bancos de Alimentos se define —según su web— como «organizaciones sin ánimo de lucro basados en el voluntariado y cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. La organización de un Banco de Alimentos se orienta a un funcionamiento similar al de una empresa, con distintas áreas y un equipo de dirección».

Pero además del gesto ciudadano y solidario entre iguales que quieren con su modesta aportación evitar que un vecino pase hambre… ¿Quién está detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?

Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda «Banco de Alimentos» nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.

Las vinculaciones del Banco de Alimentos con el Opus Dei no son sólo a través de los supernumerarios en puestos de responsabilidad. Son múltiples las referencias de cargos directivos y colaboradores del Banco de Alimentos a las enseñanzas y el ideario del fundador del Opus Dei, San José María Escriba de Balaguer.

«Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría; y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de Alimentos.»

Pedro Pereira, que actualmente preside del Banco de Alimentos de Vigo fue el coordinador general de estudios del colegio del Opus Dei Montecastelo de Vigo.

¿Utiliza el Opus Dei los Bancos de Alimentos para hacer proselitismo? Quizá las declaraciones que podemos ver en el siguiente vídeo (a partir del minuto 5:00) de José María Zarate, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid a los voluntarios nos puedan aclarar este punto.


Si bien pudiera parecer casualidad el que destacados miembros de la Prelatura personal de la Iglesia Católica ocupen cargos de responsabilidad en el Banco de Alimentos, esto no deja de resultar llamativo. ¿Qué interés respalda esta presencia? ¿Ésta es solo fruto del compromiso personal o responde a una estrategia de más hondo calado? Esta presencia llama más la atención si tenemos en cuenta que en las cúpulas de las grandes empresas financieras y de distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan también miembros de esta prelatura y que cuando esto es no así, una parte importante de sus cargos ejecutivos se han formado en la escuela de negocio del Opus Dei, el IESE.

A través del Banco de Alimentos se nos presenta a las grandes empresas de distribución, bancos y ejecutivos de grandes empresas como entes altruistas. Estas empresas distribuidoras controlan el 70% del mercado de alimentos y qué mejor que ellas para liderar esta gran obra benéfica. Sin embargo los motivos de estas alianzas aparentemente solidarias, introducen componentes de rentabilidad económica. Pudiera parecer que las grandes distribuidoras de alimentos se acercan a este tipo de actividades filantrópicas solo con la intención de mejorar su imagen de empresa. Pero, además del efecto publicitario, un interesante negocio se esconde detrás de la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen con sus colaboraciones desinteresadas? Según podemos leer en este artículo:

—Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.
—Mejoran su imagen de responsabilidad social corporativa.
—No tienen costes en la destrucción bien sea de excedentes o de productos al límite de su fecha de caducidad.
—Se ahorran también el transporte y la retirada de los productos. Y la distribución a las entidades beneficiarias de las donaciones, pues lo hace un ejército de voluntarios.
—Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%).
—A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina que haya ricos y pobres.
—Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.
—Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.

Estas empresas saben que los stocks donados evitan la caída de precios y el gasto de destruirlos y aprovechan la ley que permite la desgravación del 35% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.

Pero por si estos beneficios a las grandes superficies fuera poco, en un perverso ejercicio de nueva filantropía, anualmente y en fechas señaladas como las prenavideñas, desde los medios de comunicación apelan a la ciudadanía a campañas de «Gran donación de Alimentos». Esta presión mediática, que habitualmente suele enmascararse con el rigor informativo, lleva a que olvidamos que detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra «compra de alimentos». Los alimentos «donados» en realidad son adquiridos por los solidarios ciudadanos en estas grandes superficies donde son estratégicamente ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así un incremento de sus cifras de negocio y beneficios.

Parece evidente que más allá del mero efecto publicitario, el Banco de Alimentos resulta un pingüe negocio para algunas empresas. Sin embargo, detrás de la beneficencia, se encuentran otros intereses más espurios capaces de unir al OPUS, entidades financieras, grandes empresas trasnacionales y aseguradoras privadas. En los Think Tanks donde el gran capital pergeña su estrategia futura, negocios enmascarados como iniciativas solidarias ocupan un lugar destacado. En tiempos de crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una doble función social.

Por una parte sirven de antídoto contra la movilización, tranquilizando las conciencias de solidarios donantes e indignados con la injusticia social. Estas acciones que apelan directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se cuestionan ni se plantean dar respuesta a las injustas causas que generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia siempre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo).

Se recupera así la vieja estrategia de reforzar las estructuras benéficas generadoras de dependencia, con ánimo de mitigar la posible respuesta social de aquellas personas en situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder.

Logotipos de las empresas que colaboraron
en la gran recogida de alimentos del año pasado.