sábado, 30 de agosto de 2014

La manipulación policial de Louise Michel

«El arresto de Louise Michel»
de Girardet.

Por JACQUES DE LAUNAY

Los literatos siempre han sido presas fáciles para los policías, porque, como dicen los historiadores, «los escritos perduran». Los políticos cuyas «palabras vuelan», son menos vulnerables.

Hay que añadir que su candor o, si se prefiere, su ingenuidad política, es mayor ante la policía. Esos seres, en los que el espíritu prevalece sobre la acción, arrastrados por sus impulsos generosos, son pocos desconfiados y fácilmente engañados.

Así ocurre con Louise Michel (1830-1905), «incendiaria» según los versalleses del señor Thiers y «virgen roja de la Comuna» según sus admiradores. Hija natural de un «castellano» [propietario de una quinta de lujo] y de su criada, es en principio una maestra feminista que se adhiere luego a las ideas revolucionarias de la Internacional y se alinea fogosamente en la oposición republicana. En 1871 se la vio en las barricadas animando a la resistencia, y luego, durante la marcha sobre Versalles, jugando a las ambulancieras intrépidas. Cuando se entera de la detención de su madre, se entrega a las tropas regulares. Un consejo de guerra la condena a la deportación en Nueva Caledonia.

Louise Michel va acompañada por Rochefort, pero, menos afortunada que éste, no regresará a Francia hasta después de la amnistía de 1880.

El prefecto de policía Andrieux nos relata así su regreso:
Esperada desde hace tiempo por sus amigos políticos, la señorita Louise Michel no llega a París hasta el 9 de noviembre de 1880.

A mediodía, desciende en la estación de Saint-Lazare, acompañada por cinco o seis amnistiados.

Agrupadas en la calle Ámsterdam y en la plaza del Havre, seis o siete mil personas la saludaron con los gritos repetidos de «¡Viva Louise Michel!».

El señor Rochefort, después de haberla abrazado, le da el brazo para salir de la estación.

A lo largo de los cincuenta metros que tuvo que recorrer para llegar al coche que la esperaba en la esquina de la calle de Londres, la que entonces era llamada «la gran ciudadana» fue objeto de una ovación entusiasta. A los que la acompañaban les costó mucho trabajo abrirle paso entre la multitud.

Algunos exaltados quisieron desenganchar los caballos del coche al que ella había subido. Los guardianes de la paz se interpusieron e hicieron que los caballos aceleraran la marcha.

A partir de aquel día, la señorita Louise Michel forma parte destacadamente en el movimiento socialista, y desde entonces su nombre aparece a menudo en mis informes.

Louise Michel habla con sus amigos de asaltar el Palais-Bourbon y unos confidentes avisan a la policía. El prefecto Andrieux quiere saber más y prepara una trampa.
Envié a un burgués, bien vestido, en busca de los más activos y de los más inteligentes de ellos. Este hombre les explicó que, habiendo adquirido cierta fortuna en le comercio de la droguería, deseaba dedicar una parte de sus rentas a favorecer la propaganda socialista. Ese burgués que quería ser confidente no inspiró ninguna sospecha a los compañeros. Deposité por su mano una fianza en las cajas del Estado y el periódico La Révolution Sociale hizo su aparición.

Era un periódico semanal, porque mi generosidad de droguero no llegaba para pagar los gastos de un periódico diario.

La señorita Louise Michel era la estrella de mi redacción. No necesito decir que la «gran ciudadana» era inconsciente del papel que se le hacía interpretar y confieso, no sin cierta confusión, la trampa que habíamos tendido a la inocencia de algunos compañeros de ambos sexos.

Todos los días se reunían, alrededor de una mesa de redacción, los representantes más autorizados del partido de la acción: se abría en común la correspondencia internacional; se deliberaba sobre las medidas que había que tomar para acabar con «la explotación del hombre por el hombre»; se daba cuenta de las fórmulas que la ciencia pone al servicio de la revolución.

Yo siempre estaba representado en los consejos, y daba mi opinión si era necesaria.

Los compañeros habían decidido en principio que el Palais-Bourbon debía ser asaltado… Se deliberó sobre la cuestión de saber si no convendría más comenzar por algún movimiento más accesible: el Banco de Francia, el palacio del Elíseo, la prefectura de policía y el Ministerio del Interior fueron discutidos sucesivamente y luego desechados en razón de la vigilancia demasiado activa de que eran objeto.

La destrucción de una iglesia parecía más fácil; también se habló del monumento expiatorio.

Finalmente se acordó que, para abrir boca, se atacaría primero la estatua del señor Thiers, recientemente inaugurada en Saint-Germain.

Estábamos muy lejos de las amenazas proferidas el día 13 de mayo de 1881 por Louise Michel en el grupo revolucionario del distrito 18º, cuando, en impulso irreflexivo, la «gran ciudadana» exclamó: «Pero mirad lo que pasa en Rusia: mirad al gran partido nihilista. Ved a sus miembros que saben morir tan audazmente, tan gloriosamente. ¿Por qué no hacéis como ellos? ¿No tenéis picos para excavar subterráneos, dinamita para volar París, petróleo para incendiarlo todo?»

«Imitad a los nihilistas, y yo estaré al frente. Solamente así seremos dignos de la libertad, podremos conquistarla. ¡Sobre los pedazos de una sociedad podrida que se desmorona por todas partes y de la que todo buen ciudadano debe deshacerse a sangre y fuego, estableceremos el nuevo mundo social!»

Los compañeros partieron hacia Saint-Germain llevando la máquina infernal: era una lata de sardinas llena de algodón, pólvora y cuidadosamente envuelta en un pañuelo.
La estatua apenas fue manchada. Y Louise Michel pudo reanudar sus discursos incendiarios. Llevando una vida miserable, interrumpida por doce años de estancia en la cárcel, distribuyó entre los pobres los pocos bienes que poseía e incitó a la acción a sus amigos anarquistas, que enseguida dejaron de tomarla en serio.

Policía secreta, secretos de policía
(1989)

lunes, 25 de agosto de 2014

Piden que Berlín se disculpe por el apoyo nazi a Franco

 


Darío Rivas, de 94 años, no ha logrado hoy entregar una carta a la canciller Angela Merkel para exigir a Berlín perdón por el «apoyo de Hitler a Franco» durante la visita que la mandataria alemana ha realizado durante dos días a Galicia, en el noroeste de España.

El anterior canciller alemán, el socialdemácrata Gerhard Schröder, ya pidió perdón en 2004 por la invasión de Polonia y la propia Merkel rindió homenaje a las víctimas gitanas del nazismo en 2012.


Rivas, la primera víctima que ha presentado una querella contra el franquismo en el proceso que se sigue en Argentina, ha acudido a la plaza del Obradoiro donde se encuentra la catedral de Santiago de Compostela junto al escritor gallego Manuel Rivas. Allí quería pedir personalmente a Merkel que «se disculpase públicamente ante la sociedad española por la intervención de las tropas nazis en la guerra civil española».

La carta firmada por la ARMH recuerda también «el internamiento de 14.000 republicanos españoles en campos de concentración nazis».

Rivas, cuyo padre alcalde republicano de un pueblo gallego fue asesinado por las tropas franquistas durante la Guerra Civil española, no ha podido acercarse a la canciller, pero si ha podido explicar a los periodistas alemanes su reivindicación.

La Asociación pide también al Gobierno que retire los honores que se recogen en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a Hitler, Himmler y otros oficiales del régimen nazi.

sábado, 23 de agosto de 2014

Anarquistas ucranianos atacaron varias posiciones del ejército pro-maidan en la región de Zaporiyia


21 agosto 2014

Informes de que un batallón de anarquistas ucranianos, inspirada por el legendario movimiento partisano local de Majno (vea wikipedia si no sabes quién era Majno) atacaron hoy la Guardia Nacional en la región de Zaporiyia. Este es un noticia muy importante ya que este es un nuevo movimiento fuera de la región de Donbass y no vinculada a los llamados «pro-rusos separatistas». El objetivo del movimiento es liberar a todo Ucrania del régimen criminal y fascista de Poroshenko.

Mientras que algunos «anarquistas» liberales de la UTA (Sindicato de Trabajadores Autónomos, un grupo de anarquistas falso financiado por George Soros y Estados Unidos) tratan de apoyar a los nazis y esperar para las subvenciones de las ONGs, surgió un movimiento anarquista inspirado en el legendario Majno. Majno fue un icono anarquista de la región del sudeste de Ucrania en la lucha contra nacionalistas ucranianos.

El 7 de agosto fue la primera vez cuando estos anarquistas de la región de Zaporiyia emboscaron una columna de la Guardia Nacional de Ucrania acompañada por algunos asesores militares de Estados Unidos. Ellos destruyeron algunos carros blindados y se retiraron. (http://politikus.ru/events/26285-partizany-razgromili-vrazheskuyu-kolonnu-na-Rodine-Batki-mahno.html)

Hoy el 21 de agosto el batallón Majno realizó una incursión armada en la vecina región de Dniepropetrovsk. Los anarcomajnovistas lograron apoderarse del transporte de la Guardia Nacional de Ucrania que se retiró de la ciudad de Ilovaisk [donde unos días antes fueran aplastado por rebeldes de Donetsk]. Cuando la columna de la Guardia Nacional de Ucrania se detuvo los anarquistas atacaron y desarmaron algunos soldados de la Guardia Nacional y se apoderaron de las armaduras corporales-israelíes [chalecos antibalas] y de las ametralladoras ‘Fort-221′. [Y quemaron los camiones cisterna.]

itzulpena: webguerrillero

martes, 19 de agosto de 2014

Una curiosidad: 'Spaghetti alla Bakunin'


Agosto 2014

El pintor siciliano Vella, entusiasta bakuninista, quiso dedicar al gran revolucionario este plato de pasta donde no podían faltar las sardinas —utilizadísimas en Sicilia— ni el tomate, empleado con profusión en el sur de Italia y que da al guiso el color rojo de la rebelión.

Ofrecemos la receta para cuatro comensales:

  Dorar en la sartén, con 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 dientes de ajo, que hay que quitar en cuanto tomen color.
  En este aceite aromatizado meter 4 filetes de sardina salados y troceados; añadir 1 kg de tomates picados, 1 cucharadita de pimentón picante, sal y pimienta.
  Cocer a fuego medio durante 10 minutos y después espolvorear orégano en abundancia. 
  Añadir esta salsa a 700 gramos de espaguetis cocidos al dente.

(Receta de Antonio Cardella publicada en el libro de Rino de Michele et al., Ricette anarchiche, La Fiaccola y ApARTe, Noto - Mestre 2008)
 

viernes, 15 de agosto de 2014

Respecto al nuevo sindicato que plantea crear PODEMOS


Se ha difundido a través de la prensa una noticia que resulta, cuanto menos, curiosa: la creación de un nuevo sindicato, propuesta por un círculo de PODEMOS, que parece estar teniendo buena acogida por parte de una parte de los simpatizantes del partido. Según se puede leer en la noticia anteriormente enlazada, pretenden crear un sindicato «que esté al margen de PODEMOS» y que sirva para «construir un nuevo modelo sindical», ya que al actual «le pasa lo mismo que al sistema político».

Desde la CNT nos gustaría hacer un par de aclaraciones al respecto. En primer lugar, creemos que se están mezclando dos cosas distintas cuando se habla de un nuevo sindicato y de un nuevo modelo sindical. No sabemos si esta confusión será culpa de PODEMOS o del periodista que redactó la noticia, pero no es lo mismo. El modelo sindical actual es el de las elecciones sindicales y comités de empresa: un sindicato puede elegir participar en él o no hacerlo.

Estamos de acuerdo en que el actual modelo sindical presenta problemas serios. No obstante, esto no es ni casual ni indeseado. Dicho modelo sindical fue creado por los franquistas a finales de los años setenta (durante la Transición) precisamente para conseguir lo que han conseguido: imponer el modelo de sindicato de servicios frente al sindicato de trabajadores y militantes, conseguir la paz social a costa de acabar con el sindicalismo. Buena prueba de ello es lo mucho que el Estado se esforzó en lograr que todas las organizaciones sindicales aceptaran el modelo sindical que les ofrecían, llegando a sobornar y hasta a llevar a cabo atentados terroristas contra los sindicatos que no aceptaron las elecciones sindicales. Quien quiera puede entrar aquí para leer más sobre aquel momento histórico y cómo se forjó el actual modelo sindical.

Si PODEMOS está realmente en contra de ese modelo sindical y quiere cambiarlo, no necesita crear un nuevo sindicato. Le basta con hacer una única cosa cuando llegue al poder (si es que llega): eliminar el sistema de elecciones sindicales, comités de empresa, subvenciones y liberados. Desde la CNT manifestamos abiertamente nuestras dudas respecto a esta posibilidad: de hecho, algunos de nosotros estamos convencidos de que PODEMOS jamás dará un paso en esa dirección.

Si lo que quiere PODEMOS es crear un nuevo sindicato dejando intacto el modelo sindical actual (o simplemente mientras no tienen poder para cambiarlo), habrá que ver cómo enfocan ese nuevo sindicato, no sólo respecto a su forma de organización interna sino a si participarán o no en el modelo sindical actual. ¿Se negará el sindicato de Pablo Iglesias a participar en las elecciones sindicales, para dar ejemplo de horizontalidad y asamblearismo? Lo dudamos, ya que precisamente nace como brazo sindical de un partido que se presenta a elecciones municipales (en coaliciones con otros), generales y europeas. ¿Por qué no también a las sindicales, deberán pensar?

Desde la CNT siempre hemos defendido que la lucha de los trabajadores la deben ejercer los propios trabajadores, independientes de cualquier partido político, para reducir al mínimo la posibilidad de que surjan conflictos de intereses que puedan minar la capacidad sindical de una organización obrera. Un sindicato dependiente de un partido es un sindicato que podría decidir no organizarle una huelga al gobierno de ese partido, incluso si hubiera motivos de sobra para dicha huelga. Creemos que lo que pretende PODEMOS al proponer un nuevo sindicato (aún no han confirmado esta propuesta) es precisamente tener un brazo sindical controlado por ellos.

Desde PODEMOS aseguran que no es ése su objetivo. Si esto es así, entonces harían bien en explicar por qué quieren crear algo que ya existe. La CNT no participa en elecciones sindicales, no recibe subvenciones, no tiene presencia en los corruptos y fácilmente manejables comités de empresa y no tiene liberados. Es un sindicato que ha tomado más medidas que ningún otro para dificultar la aparición de la corrupción en su seno. Es la alternativa idónea a este modelo sindical y a sus principales actores, CCOO y UGT. Si los trabajadores de PODEMOS quieren un sindicato alternativo no necesitan crearlo, sólo tienen que empezar a militar en éste y no debilitar más las ya mermadas fuerzas del sindicalismo alternativo con otra organización (como si hubiera pocas).

Uno de los motivos esgrimidos por algunos simpatizantes de PODEMOS para defender esta propuesta es que se necesita una renovación, que los antiguos sindicatos ya no funcionan porque la gente los percibe como algo obsoleto y corrupto. Este pensamiento se llama «prejuicio», y los prejuicios se combaten logrando que quien los padece se de cuenta de que son erróneos, no esquivándolos. Imaginemos que, como hay gente que tiene una mala imagen de los inmigrantes porque se piensa que son todos unos delincuentes y unos aprovechados, PODEMOS decidiera no permitir la afiliación de inmigrantes. ¿A alguien se le ocurre que pudiera pasar algo así? Pues el planteamiento es el mismo que con la idea de que todos los sindicatos son corruptos y por eso hace falta uno nuevo.

Desde la CNT no estamos dispuestos a tirar más de un siglo de lucha sindical a la basura simplemente porque a un grupo de nuevos izquierdistas se les haya metido en la cabeza que todo lo que existía antes de que ellos llegaran está contaminado y hay que empezar de cero. Tenemos mucha experiencia no sólo en conflictos laborales puntuales, sino también en los peligros de cooperar con el Estado y con partidos políticos de diversa índole. Precisamente por eso nos reiteramos en nuestro compromiso de continuar fieles a los principios del anarcosindicalismo: horizontalidad, asamblearismo, federalismo, apoyo mutuo, solidaridad y acción directa. Y por supuesto, autogestión e independencia frente a poderes económicos o políticos. Ése, y no otro, es el modelo sindical que necesitamos en estos momentos.

13 agosto 2014

sábado, 9 de agosto de 2014

'El patriotismo' (Extracto)


Por MIJAIL BAKUNIN

«En el fondo de toda guerra no hay más que un interés: la apropiación de trabajo ajeno»


¿Los hombres están condenados, por su naturaleza, a devorarse entre sí para vivir, como lo hacen los animales de otras especies?

Desgraciadamente encontramos en la cuna de la civilización humana la antropofagia, al mismo tiempo y en seguida las guerras de exterminio, la guerra de razas y de pueblos; guerras de conquista, guerras de equilibrio, guerras políticas y guerras religiosas; guerras por las grandes ideas como las que hace Francia dirigida por su actual emperador, y guerras patrióticas para la gran unidad nacional, como las que meditan, por una parte, el ministro pangermanista de Berlín y, por otra, el zar paneslavista de San Petersburgo.

Y en el fondo de todo esto, a través de todas las frases hipócritas de que se hace uso para darse una apariencia de humanidad, y de derecho, ¿qué encontramos?

Siempre la misma cuestión económica, la tendencia de los unos a vivir y prosperar a expensas de los otros.

Todo lo demás es una bola. Los ignorantes, los tontos se dejan coger en ellar; pero los hombres fuertes que dirigen los destinos de los Estados saben muy bien que en el fondo de todas las guerras no hay más que un sólo interés: el pillaje, la conquista de las riquezas del otro y la apropiación de trabajo ajeno.

Tal es la realidad a la vez cruel y brutal que los dioses de todas las religiones, los dioses de las batallas, no han dejado nunca de bendecir. Empezando por Jehová, el Dios de los judíos, el Padre Eterno de Nuestro Señor Jesucristo, que mandó a su pueblo escogido a asesinar a todos los habitantes de la Tierra prometida, y concluyendo por el Dios católico, representado por los papas, que en recompensa del asesinato de los paganos, de los mahometanos y de los herejes, dieron la tierra de esos desgraciados a sus asesinos llenos de sangre. A las víctimas, el infierno; a los verdugos, suos despojos, los bienes de la tierra.

Ese es, no otro, el objeto de las guerras más santas, de las guerras religiosas.

Es evidente que, hasta la fecha al menos, la humanidad no ha procurado excepción a la ley general de la animalidad que condena a todos los seres vivos a devorarse unos a otros para subsistir.

El socialismo, poniendo en lugar de la justicia política, jurídica y divina, la justicia humana, reemplazando el patriotismo por la solidaridad universal de los hombres, y la competencia económica por la organización internacional de una sociedad fundada en el trabajo, será el único que pueda acabar con estas manifestaciones brutales de la animalidad humana, con la guerra.

Pero hasta que haya triunfado en el mundo, todos los congresos burgueses por la paz y por la libertad protestarán en vano, y todos los Víctor Hugo del universo los presidirán en balde; los hombres continuarán devorándose unos a otros como las fieras.

Está bien demostrado que la historia humana, como la de todas las otras especies animales, comenzó por la guerra.

Esa guerra, que no tuvo ni tiene más objeto que conquistar los medios de vida, ha pasado por diferentes fases de desarrollo, paralelas a las distintas fases de la civilización, es decir, del desarrollo de las necesidades del hombre y de los medios de satisfacerlas.

Así, animal omnívoro, el hombre ha vivido primero como todos los otros animales, de frutas y de plantas, de caza y de pesca. Durante muchos siglos, sin duda, el hombre cazó y pescó cual hoy aún lo hacen los animales, sin ayuda de más instrumentos que los que la naturaleza le había dado.

La primera vez que se sirvió del arma más grosera, de una estaca o de una piedra, hizo acto de reflexión, se afirmó, sin sospecharlo indudablemente, como un animal pensante, como hombre; porque la más primitiva de las armas debiendo necesariamente adaptarse al fin que el hombre se propone alcanzar, supone cierto cálculo, cálculo que distingue esencialmente al animal hombre de todos los animales de la Tierra. Gracias a esa facultad de reflexionar, de pensar, de inventar, el hombre perfeccionó sus armas, muy lentamente, es cierto, a través de muchos siglos, y se transformó por ello mismo en cazador o en bestia feroz armada.

Llegados a este primer grado de civilización, los pequeños grupos humanos tuvieron naturalmente más facilidad para alimentarse matando a los seres vivos, sin exceptuar a los hombres, que habían servirles de alimento, que las bestias privadas de estos elementos de caza o de guerra; y como la multiplicación de todas las especies animales está siempre en proporción directa con los medios de subsistencia, es evidente que el número de hombres debía aumentar en una proporción más fuerte que el de los animales de las otras especies, y que, por último, debía llegar a un momento en que la naturaleza inculta no podría ya bastar para alimentar a todo el mundo.

(Del periódico ginebrino Le Progrès, de septiembre de 1869).

viernes, 8 de agosto de 2014

Los anarquistas


Los anarquistas son como las chinches, viven agazapados en las costuras de la sociedad, son prácticamenter invisibles hasta que un día, mejor una noche, abandonan sus madrigueras y atacan a los indefensos humanos que están a su alcance, saltan de los colchones y con sus picaduras soliviantan el merecido descanso de los trabajadores.

Los anarquistas son una plaga, están por todas partes pero solo se detectan cuando pican con voracidad salvaje. Su vecino de arriba puede ser un anarquista, cuidado con los anarquistas. Los anarquistas dice el jefe superior de Policía están preparando un gran atentado aunque ellos no lo sepan. El jefe superior está bien informado porque su ministro de lo Anterior tiene línea directa con el Espíritu Santo desde que este se le apareció en un casino de Las Vegas y le atrajo de nuevo al redil diciéndole: «De que te vale ganar al black-jack si pierdes tu alma». Los anarquistas no tienen alma porque son, ante todo, unos desalmados que no respetan nada, ni la propiedad privada, ni a Dios ni al Rey, ni a la. Virgen Y hasta ahí podíamos llegar, los artefactos pirotécnicos que colocaron los anarquistas del comando Mateo Morral han despertado de su letargo a los nuevos inquisidores y a sus centuriones, el anarquismo vuelve a estar ahí, entre los radicales, los indignados, los insumisos, los republicanos, los antisistema, los del 15-M, forman parte de todas las mareas y son más difíciles de detectar que los yihadistas, por ejemplo, porque a veces no llevan barba y nunca lucen turbante. Los anarquistas prefieren el desorden a la injusticia y saben que ha llegado el tiempo de desordenar a conciencia el tinglado de la antigua farsa que se tambalea y a la que quieren seguir apuntalando los grandes partidos. Los anarquistas dan mucho miedo a las gentes de orden y de gobierno, los anarquistas siempre están ahí para cuando los gobernantes necesiten amedrentar a sus súbditos. ¡Que viene la mano negra!. O nosotros o el caos… pues el caos, porque a ustedes ya les conocemos y cada día va a ser más difícil que nos vendan su burra. Rebuznan, luego cabalgamos.

Periódico CNT nº 413 - Julio 2014


domingo, 3 de agosto de 2014

El caso del estudiante que saltó por la ventana de la comisaría


Ocurrió en enero de 1974, en plena efervescencia antifranquista: el detenido, José Luis Cancho, cayó desde un tercer piso tras ser interrogado

ENRIQUE BERZAL
2 agosto 2014

Aquel caso traspasó las fronteras de Valladolid para colarse en los medios de información de la clandestinidad con polémica y estruendo. Era enero de 1974. José Luis Cancho Beltrán, conocido militante de la extrema izquierda vallisoletana, era noticia a su pesar: «Destacado miembro de la organización [PCEi] con múltiples antecedentes, el cual, al iniciarse la diligencia de su declaración, a las 10 y 10 del día de hoy, intentó fugarse: saltó por la ventana a un tejado de la cochera de Jefatura, que no consiguió alcanzar, cayendo al patio de la misma. Fue ingresado en la Residencia Sanitaria Onésimo Redondo».

De esta manera reproducía El Norte de Castilla, el 19 de enero de 1974, la nota enviada por la Jefatura Superior de Policía sobre lo acecido el día anterior. El relato policial detallaba los antecedentes del caso: «En los medios estudiantiles universitarios de esta ciudad se producían últimamente con bastante intensidad, acciones subversivas, tales como la distribución de propaganda clandestina, pintadas, manifestaciones, comandos, asambleas no autorizadas, al servicio de organizaciones clandestinas, con el fin de inquietar e impedir el normal desenvolvimiento del orden académico y del orden público ciudadano.

Ante estos hechos se extremó la vigilancia Se logró la identificación y la detención de 27 estudiantes considerados como activistas.... Los detenidos que pasaron a disposición de las autoridades formaban parte de las organizaciones subversivas PCE (i), y otros del PCE».

Cancho, en efecto, había sido detenido en su domicilio familiar del Barrio de San Pedro Regalado; se le requisó propaganda del PCEi, partido de extrema izquierda y antecedente inmediato del Partido del Trabajo, por lo que fue conducido a comisaría junto a Antonio Saldaña Carretero.

Estudiante de Magisterio nacido en 1952, Cancho era sobradamente conocido en los medios policiales de la época por su intenso activismo en la oposición estudiantil al Franquismo. Como miembro de la Joven Guardia Roja, organización juvenil del PTE, ya en julio de 1971 había sido detenido junto a Juan Francisco Muñoz San José, María Rosa Valentín San Basilio y José Serrano Vázquez por distribuir propaganda ilegal, siendo posteriormente condenado por el Tribunal de Orden Público a seis meses y un día de arresto menor y a 10.000 pesetas de multa.

Además, en 1972 participó en las movilizaciones universitarias contra la Ley General de Educación, por lo que resultó sancionado junto a otros 28 estudiantes por el rector de la Universidad de Valladolid. Hasta aquel 17 de enero de 1974, en el que los inspectores de policía José Antonio Benayas y Cipriano Bellver se personaron en su domicilio paterno con una orden de registro. Tras hallar propaganda ilegal, fue conducido al calabozo de la Comisaría de Policía.

Primero le conminaron a firmar un documento en el que reconocía pertenecer al PCE(i), a lo que Cancho se negó, por lo que acto seguido lo llevaron a las dependencias de la Brigada Político Social, en el piso tercero de la Jefatura Superior de Policía. A la mañana siguiente, después de un 'intenso' interrogatorio, ocurrió el suceso. Un telegrama de la policía, fechado el 18 de enero de 1974, señala: «A las 10 horas de hoy, en el momento de iniciarse interrogatorio en la Brigada político Social de la Jefatura Superior de Policía se lanzó por una ventana del segundo piso el elemento destacado del Partido Comunista Internacional José Luis Cancho Beltrán, nacido el 5.12.52 en Valladolid, soltero estudiante de 5 de magisterio».

Cancho ingresó en la Residencia Sanitaria «Onésimo Redondo» con «amnesia temporal, múltiples contusiones craneales, con las mandíbulas derecha e izquierda rotas y con las dos piernas rotas, una de las cuales, la izquierda, le tuvo que ser acortada en cuatro centímetros».


Frente a la interpretación de la policía, el herido sostuvo que había sido brutalmente torturado y lanzado por la ventana por los mismos inspectores que le habían apaleado. Así lo relataba en una entrevista concedida en agosto de 1977: «Me propinaron golpes con los brazos y con palos por todo el cuerpo. Me desnudaron desde los pantalones hasta arriba y me hacían andar en cuclillas por la sala con las manos esposadas entre las piernas. Cada vez que perdía el equilibrio recibía golpes por todo el cuerpo (…).El inspector Beneyas me agarró por el pelo y me dio un golpe contra la pared (…). Antes de las nueve de la mañana debí sufrir varios desmayos. Cuando recobré el conocimiento estaba en el hospital».

Cuatro meses después del suceso, Cancho presentó una querella contra cinco funcionarios del Cuerpo Superior de Policía por los supuestos delitos de asesinato frustrado y lesiones graves. En ese momento se encontraba interno en la Prisión Provincial de Valladolid a disposición del Tribunal de Orden Público. Dos años más tarde, concretamente el 18 de noviembre de 1976, la Audiencia Provincial de Valladolid dictaba auto de procesamiento contra los inspectores José Antonio Benayas, Cipriano Belver, Manuel Cinos y Manuel Díaz Arribas por un delito de coacción previsto y penado en el artículo 496 del Código Penal y una falta incidental de lesiones.

La declaración de un funcionario de policía que presenció los hechos explica que dicho auto detallase cómo el inspector Cinos «comenzó a golpear a don José Luis Cancho al propio tiempo que le amenazaba e insultaba, y como (…) los inspectores de Policía don José Antonio Benavas Junquera, don Cipriano Belver Azcona y don Manuel Diez Arribas, así como el inspector señor Cinos, bien juntos o separadamente, continuaron haciendo objeto de sevicias físicas y morales a don José Luis Cancho Beltrán, que durante todo el tiempo permaneció con las manos esposadas y los brazos hacia delante, soportando los malos tratos».

También señalaba que Cancho aprovechó un descuido de los inspectores, que habían abierto la ventana para airear la sala y hacer un receso en el 'interrogatorio', para lanzarse desde el tercer piso; finalmente, el auto acordaba la libertad provisional de los procesados, que habrían de satisfacer una fianza de 25.000 pesetas cada uno. Ninguno de ellos, sin embargo, sería juzgado, pues terminarían acogiéndose a la Ley de amnistía de octubre de 1977.

viernes, 1 de agosto de 2014

Nazis en la Eurocámara


 MONCHO ALPUENTE

Los más interesados por Europa resultaron ser los euroescépticos, los nacionalistas excluyentes, racistas y xenófobos. La Unión Europea se mantiene cohesionada por los elementos que quieren disgregarla y los grandes partidos jurásicos se hunden en el fango acosados por pequeñas pero aguerridas formaciones alternativas, hijas del 15M y de la utopía. Los amos del cotarro europeo que llevaron a la ruina a sus vasallos del sur que siempre fueron sus esclavos más sumisos.

El internacionalismo de la Unión europea va por clases, no hay fronteras para el capital ni para los capitalistas, corren los flujos financieros y se corta el paso a los inmigrantes. Los neofascistas triplican sus apoyos ondeando la bandera de la intolerancia, murallas de odio y barricadas contra el enemigo exterior o, lo que es lo mismo contra los pobres del mundo, contra los parias de la Tierra

Por Bruselas y Estrasburgo se pasean los hombres de gris, gestores poderosos, celosos burócratas que no saben de personas sino de cifras, de cifras que ellos mismos manipulan, maquillan o sencillamente inventan para seguir manteniendo en pie el tinglado de su farsa caduca. En Bruselas y Estrasburgo ya se apoltronan los nuevos centuriones de la ultraderecha que han conseguido vender a un electorado sumiso y desorientado que la amenaza son los otros, los vecinos de abajo, empobrecidos y humillados por las viejas potencias coloniales que ahora les rechazan y persiguen.

Con Alemania al frente del Imperio y los nazis entrando otra vez en París de la mano de Marine Le Pen, con los ultranacionalismos a flor de piel, el panorama europeo se ensombrece, un poco más en el crepúsculo.

JUNIO 2014